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Una empresa que cambia para crecer

Artí­culo tomado de la Revista Capital:

Una empresa que cambia para crecer
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una empresa que cambia para crecer

Que tal escuchar otras voces, algo que no conoces, qué te pueda apasionar, que te pueda sorprender, como la primera vez por última vez….», esta es parte de la letra de una canción de Enrique Bunbury que describe a Iván Suárez, un quiteño de 30 años quien junto con una amiga y su hermano crearon Área Naranja, agencia de Diseño Web Multimedia y Gráfico.

Iván hasta hace poco lucí­a una gran cabellera negra, ella es parte de la cultura del rock, no podía faltar su blue jean y su chaqueta negra, así­ que con su pinta rockera empezó a visitar clientes, hasta que un día descubrió que para el trabajo que él y su equipo hacían era necesario cambiar de look.

Ellos son los chicos «del cuarto de atrás¨, no del garaje como Steve Jobs y Stephen Wozniak fundadores de Apple. Salvando las diferencias, estos emprendedores ecuatorianos iniciaron su empresa en una habitación, allí María Azucena Rodrí­guez, Fernando e Iván Suárez dieron rienda suelta a su creatividad.

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Tal como los fundadores de Apple ellos eran diferentes, creativos y ambiciosos en sus metas innovadoras. En sus inicios imprimieron los letreros para pequeños negocios en el sector del camal. De hecho, todavía hoy esos trabajos pueden verse, fue muy bueno empezar con esto, pues nos sentíamos útiles y felices al saber que nuestro trabajo cumplía una función, los dueños de los abarrotes, tiendas, panaderías  y papelerías podían dar a conocer su iniciativa» explica Iván

Su inicio fue en el pequeño cuarto de la casa familiar con las computadoras que cada uno llevó y una lí­nea telefónica; a los tres emprendedores iniciales se sumaron otras tres personas cada uno cumpliendo una función específica e importante.

Luego dieron otro paso, empezaron a elaborar bajo pedido tarjetas de presentación, «esta es una anécdota muy buena: resulta que hicimos unas tarjetas para una señora que vendía ropa por catálogo, pues a ella le gusto tanto el trabajo que nos recomendó con una amistad suya, resulta que esta persona era el presidente de la Federación de Agentes de Aduanas del Ecuador, quien fue nuestro primer cliente, a ellos les hicimos una página WEB».

Un cliente satisfecho es el mejor vendedor que puede tener una empresa que recién empieza pues se convierte en su promotor si se cumple bien con el trabajo. Para las aduanas elaboraron un mini sistema, dicen que en ese tiempo no sabían como se hacía, pero señalan sin ruborizarse «estudiamos, investigamos, preguntamos y salió el producto requerido».

En ese tiempo ellos todavía estaban estudiando en la universidad, pero estas conquistas los impulsaron a salir, dividir el grupo inicial y buscar empleo en alguna agencia de publicidad. «Cada uno fue a buscar trabajo, algunos lo encontraron pero no muy bien remunerado, el problema es que nosotros salimos con los aires muy elevados de la universidad, pensando que ya éramos ingenieros, con experiencia, pero la realidad nos bajó rápido de la nube».

Lo que ocurría era que acudían a las grandes agencias de publicidad pero les decían que todaví­a no contaban con la suficiente experiencia para trabajar ahí­, mientras que para elaborar en imprentas estaban sobre calificados. En este punto se encontraron en un difí­cil puesto intermedio por eso nadie los contrataba, Así que decidieron volver a unirse y a retomar los clientes que tenían y formar ya su empresa.

«Resulta cómico mirara para atrás porque en esta segunda oportunidad teníamos ya nuestra empresa, pero más que empresa éramos un grupo de amigos que hací­a lo que nos gustaba», dicen. Todaví­a les faltaba las ideas básicas que forman una empresa, desde elaborar un plan de negocios, conocer sobre temas financieros y administrativos.

Hoy incuban y fortalecen su empresa en CONQUITO. A diario acuden allí­ los cuatro socios actuales, los tres con su cabello largo e Iván, con una imagen semi formal ya que esta imagen ayuda al momento de entablar negocios.

«Una ocasión entré a una reunión en la que todos estaban allí­ llevaban el cabello corto, ternos obscuros, camisas claras y yo cabello largo, chaqueta negra y Jean, apenas ingresé me di cuenta de que la facha que llevaba no era la más apropiada para el lugar. Para la próxima reunión llegué con el cabello corto, las botas quedaron guardadas, la chaqueta también. Es increí­ble pero este cambio sirvió para abrir nuevas puertas «, si antes no eran tomados en cuenta, su trabajo y dedicación permitieron que su pasión, el diseño, sea bien visto y cotizado entre sus clientes y empresarios recomendados.

Sin embargo Iván mantiene sus gustos musicales, sus amigos y su estilo, aunque lo externo haya cambiado un poco. Su calidad siempre irá por dentro!

Ese no fue sólo fue un cambio personal, también fue un cambio de imagen empresarial.
Para esto asumieron el reto de tener su empresa en lugar que les diera cierta presencia, así llegaron a CONQUITO y su empresa tomó forma y color naranja.

Desde esa época han tenido grandes logros, participaron con una red de diseñadores de Argentina, Colombia y Uruguay para crear una página Web, para un producto que se oferta en España, el servicio es reparar problemas de computadoras mediante el uso del Internet.

La red todavía se mantiene y a través de ella Área Naranja, agencia de diseño web, multimedia y gráfico, ha logrado desarrollar nuevos productos, tener un soporte técnico en otros países y sobre todo contar con amigos con los cuales mantienen negocios.

Ahora se encuentran desarrollando varias propuestas para crear redes sociales para universidades de Quito.

Fuente: Revista Quito – Paola Torres Olarte / 2009

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